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domingo, 27 de noviembre de 2016

Recife I: La capital del nordeste



A finales de Septiembre me trasladé a Recife. Una nueva experiencia por medio de Worldpackers me llevó a Arrecifes Hostel de Hostelling International, el viaje lo realicé con Blablacar (vale la pena usar todas estas aplicaciones al viajar, ya que te permiten mantener un mínimo gasto a la hora de recorrer y conocer lugares). En el hostel trabajé junto a Inés, Rosi con su risa inconfundible (raro que lo diga yo), y el personal de la noche Ellen y Juan. Avery cubría los francos y Roberta su simpática dueña. Mi relación con ellos comenzó bien ya que nomás al llegar me contaron del enano que se cayó de la cucheta de arriba la noche anterior y que nos dió de reír toda la semana (para un enano es como caer de un primer piso).

Vista del Barrio São José

Recife es la capital del estado de Pernambuco, con una población que ronda el millón y medio de habitantes es una ciudad organizada, en crecimiento y de las capitales brasileras que más han disminuído su índice de violencia en la última década (aunque aún se mantenga alto). La inseguridad en Recife se siente como en el resto de las ciudades del nordeste, los altos índices de desempleo, los bajos salarios, y la pobreza generan muchos delitos con lo que hay que estar con cuidado luego de oscurecer (17:30hs), y más aún en zonas con poco movimiento. Así y todo, sin dejarse llevar por el pánico, es una ciudad en la que se puede disfrutar de recorridos históricos, arquitectura, opciones culturales y playas. Recife fue también donde me encontré con viejos conocidos, Tavo, colega de FADU que lleva en Recife más de un año fue la primer persona conocida que encontré desde mi llegada a Brasil.

Con Tavo, compartiendo anécdotas de FADU / UNL

En cuanto al clima, es tropical, la humedad es alta y mantiene una temperatura equilibrada a lo largo del año que promedia los 26 grados. La ciudad es conocida como la "Venecia Brasilera" (aguantaaa) debido a la similitud fluvial con la ciudad europea: ríos, puentes e islas se entrecruzan, destacándose los ríos Beberibe y Capibaribe que desembocan en el Atlántico y los barrios Santo Antonio, Boa Vista, y Recife Antiguo.

BARRIO SANTO ANTONIO: Museos, Iglesias y Mercado São José
Estando en Barrio Setúbal, cerca del aereopuerto elegí el subte para llegar a este barrio, lleno de iglesias históricas y lugares que hacen a la cultura pernambucana. Al salir del subte se encuentra en esa última parada el Museo Ferroviario y la Casa de la Cultura, este lugar fue antiguamente una prisión (construída en 1850) y hoy es un centro de artesanías, ropas y comidas de la ciudad.

Museo Ferroviario

La prisión se encuentra en un punto céntrico de la ciudad, en esa época no existía tal temor a los presos, que intentaban integrarse en la vida cotidiana de la ciudad, con sus comidas y artesanías. Funciónó hasta 1963 cuando la superpoblación presidiaria llevó a trasladar a los presos y comenzó a abrigar a la producción cultural del estado. Los negocios funcionan dentro de las celdas, manteniendo sus rejas originales.


Casa de la Cultura
Celda

Al salir de ahí seguí caminando unas cuadras y pasé por algunas iglesias históricas: la Basílica Nossa Senhora do Carmo, cuya construcción demandó más de 100 años concluyendo en 1767, bajo la Ordem do Carmo, provenientes de la rama de las carmelitas, quienes llegaron a Brasil a fines de SXVI oriundas de Portugal e instalaron su primer convento en Olinda (muy cerca de Recife). Nossa Senhora do Carmo es la patrona de la ciudad.

Basílica Nossa Senhora do Carmo

Luego encontramos la Iglesia São Pedro (1729), con su gran patio, de la Hermandad São Pedro dos Clérigos, creada a comienzos del SXVIII. El Patio de São Pedro alberga también 29 casas coloniales. En una época fue un gran centro de música sacra, y fue declarado Patrimonio Histórico y Artístico Nacional en 1938 por la IPHAN. La Iglesia Matriz de São José tiene más de 170 años (1844) y su estructura arquitectónica es la única del estilo neoclásico, a diferencia de las anteriores que eran rococó.

Iglesia São Pedro
Iglesia Matriz

Seguí por una larga avenida llena de ferias, gente, artesanías, objetos y comidas para llegar al Canto do Galo. Este lugar posee un récord Guinness, el Galo da Madrugada, fundado en 1978, es el bloco de carnaval más grande del mundo, la fiesta llega a juntar más de dos millones de personas.

Sede Canto do Galo

Siguiendo a pie llegué al Fuerte de 5 Puntas donde funciona el Museo de la Ciudad. El museo ofrece un recorrido por la historia de Recife y Pernambuco, con visuales, objetos y arte. Muy instructivo y con entrada gratis, vale la pena su recorrido.

Museo da Cidade
Escada de entrada

Otra iglesia pasó por el recorrido, en este caso la Basílica Nossa Senhora da Penha, un templo católico romano de la Ordem dos Frades Menores Capuchinos. El edificio de finales de SXIX presenta numerosas obras y esculturas de gran valor, dentro y fuera del mismo. Su arquitectura neorenacentista es única en la ciudad.

Basílica Nossa Senhora da Penha

Otro interesante lugar a conocer fue el Mercado São José, inaugurado en 1875 es el mercado público más antiguo de Recife (de los 24 que hay). y el primer edificio pre fabricado en hierro en el país. Posee la estructura neoclásica de los mercados europeos del SXIX y fue inspirado en el Mercado de Grenelle de París. Adentro se puede encontrar un mercado de artesanías, frutas, verduras, carne, pescado y ropas todo en el mismo lugar. El mercado es enorme y las ferias continúan aún por fuera del edificio, estableciéndose unos restaurantes cercanos que aprovechan los insumos baratos para tener precios únicos en la ciudad.

Mercado São José
Alrededores del edificio el mercado se expande en la calle

El siguiente punto histórico a conocer es el edificio del Diario de Pernambuco, fundado en 1825 en la plaza Independência, es el diario en circulación más antiguo de América Latina. Siguiendo el trayecto trazado, llegué a la Capela Dourada, una iglesia que abarca el Convento de Santo Antonio, en cuyo interior se encuentra el Museo de Arte Sacra.


Diario de Pernambuco
Capela Dourada

Pasando la Praça da República se encuentra el Palacio del Gobierno. Construído en 1841 sobre lo que era la sede de gobierno de Mauricio de Nassau, hospedó en 1859 a Pedro II, emperador de Brasil con su esposa e hijas, con lo cual fue reformado. En honor a las hijas de la familia imperial, la plaza pasó a conocerse como Campo das Princesas y el palacio como Palácio do Campo das Princesas. Frente al palacio se encuentra plantado un baobab, árbol que posiblemente inspiró a Antoine de Saint Exúpery en su paso por Recife, antes de escribir El Principito.

Palácio do Campo das Princesas

Antes de pasar al siguiente barrio, llegué al Teatro Santa Isabel. Nombrado así en honor a la hija del emperador Pedro II, es un ejemplo de la arquitectura neoclásica predominante en Brasil durante el SXIX.

Teatro Santa Isabel

BARRIO BOA VISTA
Atravesando el puente ya se pueden divisar dos edificios llamativos: la Asamblea Legislativa de Pernambuco (edificio de 1875) y el Centro de Enseñanza Experimental Ginásio Pernambucano, institución educativa que posee un museo dentro ya que es el segundo colégio más antiguo de Brasil (1825) y el más antiguo en actividad.

Asamblea Legislativa y Centro de Enseñanza Experimental

En la misma avenida se encuentra el Museo de Arte Moderno, en el cual recorrí una muestra de fotografía y una interesante intervención del espacio.

Museo de Arte Moderno

Luego pasé por la Facultad de Derecho, un predio histórico de comienzos del SXIX, con estilo predominantemente neoclásico, diseñado por el arquitecto francés Gustave Varin.

Facultad de Derecho, vista trasera.

La Facultad de Derecho existía desde 60 años antes en otro edificio. Fue declarado Patrimonio Histórico y Artístico Nacional y posee una biblioteca con más de 100,000 libros. Frente a la facultad se encuentra el Parque 13 de Maio, un parque de gran extensión con fuentes, paseos, plazas, juegos y una pequeña granja de animales. Ahí realicé un parate, antes de cruzar hacia el siguiente barrio.

Parque 13 de Maio

NEXT: El recorrido histórico continúa en Recife Antigo y Olinda, finalizando la ciudad con el paso por la reconocida playa de Boa Viagem.